
Eso es lo que dice el DRAE que es siroco, pero para nosotros es el local donde dimos nuestra última tocata, je, je... Nos fuimos a la playa, a Matalascañas concretamente, a principios de julio y echamos una noche buenísima tocando en el SIROCCO café chill-dance club, que es un sitio espectacular situado a la entrada del pueblo, lindando con el parque de Doñana, junto al Parque Dunar. Es un espacio ajardinado, fresquito y todo lleno de sillones y cojines bajo los pinos, donde camareras simpatiquísimas te atienden mientras pasan ofreciéndote fruta variada en bandejas. En fin, como imagináis nos lo pasamos bastante bien dando el concierto.

Abajo la peña disfrutando de la velada (D. Luis, como siempre sobrio y guardando la compostura); y a la derecha, David aporreando la batería todo concentrado.

Nos pareció increíble, pero un buen puñado de colegas se animaron y se vinieron a vernos hasta aquí (Ana S. Fernando, Naranjo, Ale, Pepe, Pilu y Paco, Oscar y Ana, Reyes, Jorge, Merchi y J. Manuel, Helenita y Manolo, Paz, la familia Gasán, etc.). La verdad es que no sabemos como agradeceros que nos apoyéis tanto. Un abrazote a todos. Allí también nos encontramos con María, M. Carmen y Elena, nuestras camareras preferidas, que nos ayudaron a introducirnos en el local (muchos kisses); y a Pablo, el técnico de sonido, que se portó genial con nosotros. Así que entre el buen rollito de la gente y el sitio cojonudo no nos quedó otra que liarla.
Más fotos del público: A la derecha, M. Carmen siendo atacada por un vampiro. Abajo, el grupo de esquizofrénicos de una residencia de la Junta que vino de excursión al evento.