
Eso dicen. Y nosotros lo hemos hecho, porque este septiembre pasado volvimos a tocar en uno de nuestros bares por excelencia, uno de esos locales de siempre que tienen algo especial, un no sé qué inexplicable por lo que conectas inmediatamente con el lugar (seguramente la gente que lo habita, que le presta algo de su alma). Me refiero a El Almacén, de Sanlúcar de Bda., que ha retomado sus noches de conciertos después de una temporada de "silencio forzoso."
Allí hemos actuado un buen puñado de veces, porque fueron de los primeros en apostar por nosotros y siempre contaban con Bajocuerda para todo; así que no nos quedó otra y el sábado 18 tuvimos que "Volver", como cantaron Las Niñas al final del concierto regalándonos unas pincelaítas de su arte.
El Almacén está en una nueva etapa. Cambiaron de dueños, pero estos son amigos y clientes del bar de toda la vida, continúa la misma plantilla y los mismos contertulianos habituales y fauna histórica; así que todo sigue igual... igual de bien, que no es poco con la que está cayendo.
Y allá que nos fui
mos con la versión reducida del grupo, en acústico. Juan sigue con su saxo por Escocia y David, indispuesto, dejó a sus instrumentos de percusión descansando, así que dimos un concierto a dúo entre guitarra y bajo, que nos salió muy íntimo y sentido. Ancela y su gente nos atendió muy cariñosamente, como siempre, y el respetable creemos que pasó una buena velad
a. Esa noche, hubo bastante afluencia de público en el local, ya que además de la peña de Sanlúcar, se pasó por allí gente nuestra que vino a vernos desde Sevilla y Cádiz, como Silvia y Susana; Macarena, Carmen y Elena; el Pelao and company; Carmen, Marta y su hermana; y un grupo de amigos de Chipiona, con Juani a la cabeza. Gracias a todos por acompañarnos. Nos vemos en el próximo concierto.
Allí hemos actuado un buen puñado de veces, porque fueron de los primeros en apostar por nosotros y siempre contaban con Bajocuerda para todo; así que no nos quedó otra y el sábado 18 tuvimos que "Volver", como cantaron Las Niñas al final del concierto regalándonos unas pincelaítas de su arte.
El Almacén está en una nueva etapa. Cambiaron de dueños, pero estos son amigos y clientes del bar de toda la vida, continúa la misma plantilla y los mismos contertulianos habituales y fauna histórica; así que todo sigue igual... igual de bien, que no es poco con la que está cayendo.
Y allá que nos fui

