miércoles, 8 de septiembre de 2010

CHIPIONA: OPERACIÓN 2010



C
omo cada verano desde hace un lustro, acudimos puntuales a cumplir con nuestra cita estival con Chipiona, donde siempre es un placer tocar porque allí, sin duda, "jugamos" en casa. Nuestro guitarrista Julio es medio chipionero (veranea aquí desde pequeñito) y acá tiene a toda su gente: familia y amigos, que siempre acuden fielmente y con ganas de divertirse a los eventos en los que participamos.
La actuación fue en el Bar Playa Casa Augusto. Es un local puntero que Ricardo y familia llevan regentando toda la vida, situado en la playa de La Cuz del Mar. Os lo recomendamos si pasáis un día de playa por esta localidad y os apetece tapear o tomar unas copas a pie de playa.

Al principio el concierto estuvo un poco frío. Creo que estábamos tocando bien y a gustito, pero la gente estaba tranquila, sentada, escuchando, y Julio se emparanoió con que teníamos que activarnos, ponernos las pilas y contagiar a la gente. Personalmente, ya digo que creo que la cosa no marchaba mal; tan solo que siempre el público no va a estar a 1000 por hora. La peña estaba relajada escuchando, mientras se tomaba una copa a gusto, pero no sé, quizás no estábamos todo lo vivos que debiéramos o esa actitud pudo influenciarnos. Lo curioso es que cuando todo parecía que iba a ir a peor, la cosa se arregló insospechadamente.


Arriba, la hermana de Julio, Noelia, con sus sobrinos. A la derecha, su madre, Carmen y cía., apurando un mojito.



Resulta que estábamos en esas, cuando llegó la policía diciendo que se acabó, que había quejas vecinales y debíamos cortar. La otra salida era tocar desenchufados, a pelo, pero eso era imposible: el bajo no suena sin amplificación, la batera suele comerse así al resto de sonidos y la voz a capella lo más normal es que se pierda (a no ser que seas un bicharraco portentoso como la Roció Jurado, mira qué casualidad!).

Así que optamos por la calle de en medio. Bajamos casi al mínimo el equipo de sonido y cambiamos a la guitarra flamenca, pasando a tocar temas también más del gusto del respetable. Enpalmamos varios temas muy conocidos en plan baladitas con el objetivo de que la poli escuchara tranquilidad, se diera por contenta y se marchara; y así fue. Encima, el público se animó con esta parte del repertorio, se vino arriba y cantó con nosotros y todo algunos de los temas. Así que final feliz. Chapeau!

Arriba, Julio cantándose un tema. A la derecha, Fernando con Silvia, a la que decicamos
una merecidísima canción, ya que se hizo 400 km desde Motril para venir a vernos por primera vez.


Nos vemos en el próximo concierto, que por cierto es muy pronto y cerquita de aquí: el sábado 18 en El Almacén de Sanlúcar de Barrameda. Au revoir!






Y para terminar dos momentos del postconcierto: 1) La reventaera en el sofá; y 2) Nuestra "casera" Juani. Un besito desde aquí para ella, que siempre nos trata fenomenal. Esperemos que no se jarte de nosotros, jajaja... Muac.

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